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Junko es un espíritu divino y enemiga de los Lunarian, tiene la capacidad de purificar cualquier cosa.
Su nombre, Junko (純狐), el cual se deletrea con los caracteres jun (純, lit. "puro, limpio") y ko (狐, "zorro"), los cuales al unirse forman Junko (純子), que toma el significado de "niña pura". Su nombre también puede traducirse como "zorro puro", haciendo referencia a sus 7 colas y a su habilidad para purificar cualquier cosa.
Su habilidad, el poder de purificar cualquier cosa, hace referencia a la eliminación de impurezas de una sustancia, al igual que una refinería de metales. Usó este poder en su mismo rencor, fortaleciéndole hasta el punto de convertirse ella misma en resentimiento puro en forma de espíritu divino, sin tener la necesidad de tener una propia identidad.
Durante los acontecimientos de Legacy of Lunatic Kingdom, Junko decide tomar venganza contra Chang'e, ya que su marido mató a su hijo. Para ello, decide purificar la Capital Lunar (en la cual Chang'e está retenida como presa por tomar el Elixir Hourain) con tal de eliminar a esta y tomar venganza.
Para ello, se alía con la jefa extra, Hecatia Lapislazuli, la cual también odia a Chang'e, utiliza su ejército de hadas para llenar de vida la Luna. Las hadas son seres impuros para los habitantes de la luna, por lo que, al llenar la luna de hadas, los habitantes se verían obligados a huir, ocasión que aprovecharía Junko para atacar a Chang'e.
Su plan fracasa cuando los sabios de la luna se dan cuenta de su plan y evacuan la capital al mundo de los sueños, no sin antes elaboran un plan: mandar a una humana de la luna a derrotar a Junko.
Los humanos de la Luna, purificados gracias a la medicina de Eirin, consiguen llegar hasta Junko, la cual se sorprende verlas llegar y como los sabios de la luna han conseguido engañarla. Tras esto, combate contra las heroínas decidiendo dejar los planes de venganza para siempre.